
Escrito de Marimar T.
El 2017 si tuviera que catalogarlo con una palabra sería: movimiento.
Fue el periodo de transición, de la inestabilidad producida por el cambio al asentamiento y la fortaleza, a nivel personal y profesional. Mucha "locura" provocada... se movió a mi alrededor que me alejaba de mi centro y equilibrio interno al que estaba acostumbrada. Ya lo dice el Ayurveda, "el macrocosmos que te rodea afecta a tu microcosmos". Pero, de todo ese movimiento, estoy agradecida, porque saqué un aprendizaje muy valioso de gestión para mi vida futura.
Volver a retomar el dibujo y la pintura me ayudaron en el proceso...(siempre la meditación y contemplación han estado en mi vida de formas variadas). Me sumergí de nuevo en ello, me ayudaban a estar conmigo y volver a mi centro. Esta vez, la temática varió y me centre en representar imágenes de deidades o de escritura sánscrita para acompañar mi práctica meditatoria. Ello me llevó a las thankas budistas...
El budismo entró en mi vida a la temprana edad de 12años a raíz de mi primera crisis espiritual...preguntas y cuestiones que me planteaba a una edad muy temprana mientras los amig@s se centraban en experimentar por otros caminos, yo experimentaba por los míos propios. Al leer y estudiar a los grandes clásicos occidentales, mi siguiente paso era pasar a otros que se alejaban territorialmente de nuestra cultura occidental pero cuyos pasos habían movido y trascendido la mente y el camino espiritual a millores y millores de personas a lo largo de los siglos...de ahí, que la historia del Principe Shiddarta Gautama (Buda) por el entendimiento del sufrimiento del ser humano y la liberación de este para alcanzar la libertad de la mente y la felicidad, me moviera tanto por dentro.
Volviendo a las thankas tibetanas...en ese año tan caótico del 2017, re-conecté de nuevo con mi amigo el budismo tibetano de la mano de mi adoración por la divinidad de Tara. Me encomendé de nuevo a ella. Comenzó mi trabajo desde la compasión hacia mi y hacia los demás gracias a su divinidad. Gracias a la práctica en ella, recordé y re-conecté de nuevo con la compasión y el amor incondicional que tanto mi alma reclamaba para gestionar la etapa dura que estaba pasando. Y un buen día, mi pareja, recibió una información que pensó que me interesaría...la información era sobre un retiro en Tushita de una semana en mitad del Montseny para llevar a cabo la práctica de pintura de thanka tibetana en honor a Tara y sus 21 representaciones llevado a cabo por el maestro en thanka tibetana Andy Weber.
Mi SI fue instantáneo, aunque días antes los miedos y preocupaciones se hacían presentes, como buen ser humano que soy. Pero seguí adelante callando esos pensamientos absurdos que nos alejan muchas veces de lo que somos o queremos hacer. Y me puse manos a la obra y me lancé a experimentar como siempre he hecho y a disfrutar de cada momento.
Cuando estás en Tushita, todo se para. El tiempo no existe, el ruido y las distracciones desaparecen. Te sumerges en ti mismo y la concentración hace acto de presencia. Ese individualismo en el que vivimos se disipa para dar paso al maravilloso Karma Yoga en comunidad. Y los sentidos atrofiados por la ciudad se agudizan, mostrando el olor a naturaleza, el sonido de los pájaros dando los buenos días, la maravillosa vista del valle desde tu ventana de la habitación y los colores de las flores que rodean todo el perímetro del recinto con las banderas de bendiciones budistas ondeando de fondo... todo eso es creado por ese maravilloso lugar.
Fueron 7 días sumergidos en la más absoluta concentración, armonía, tranquilidad, felicidad y paz.
Desde el comienzo del día siendo despertados por el alba y el sonido de los cuencos tibetanos de fondo, pasando a compartir un desayuno consciente maravilloso, continuado por un Karma Yoga desde el respeto y el buen hacer, sumergiéndonos en la práctica meditativa a la divinidad de la mano de la sabiduría del maestro y comenzando nuestra jornada intensiva de unas aproximadas 8h diarias en el dibujo a Tara, descansando para comer y tomar indicaciones por el maestro. Todo ello acompañado por nuestras voces al unísono en tono meditativo recitando Om Tare Tuttare Ture Soha...
De esa armonía que se respiraba en el ambiente, surgieron momentos agradables entre los compañeros, junto con Emma (quién compartirá una bonita entrevista con nosotros en el post de Charlas del Mundo) y Toni pasamos grandes instantes, y dónde la compenetración y la complicidad fluía bajo la presencia de la sabiduría del maestro Andy Weber acompañándonos con sus consejos y su característico humor inglés, sonriéndonos o dándonos una palmadita en la espalda cuando se acercaba a nuestro sitio y en silencio, sin decir nada, observaba con detenimiento como iban tomando forma nuestras Taras.
Recuerdo una de esas veces, cuando no me mandaba callar y me cogía del brazo para decirme...-"Shhh, you're young...mucha energía...calma"... Que se colocó detrás de mi cogote y me susurró: -"Oh, Mmmm...Good!....This Tara, is you!"... y se marchó dejándome con los ojos como platos y sin tiempo de respuesta. Cierto es lo que dicen que cuando dibujas imágenes de deidades, te reflejas en ellas y expresas lo que se mueve en ti en ese momento o lo que tú eres.
En ese momento, estaba reflejando lo que me estaba pasando, me estaba re-encontrando.
La despedida es lo que más costó de esos días. El abrazo de despedida con cada compañero y el abrazo final del maestro, su frente junto a la mía en señal de bendiciones como bien hacen los maestros a sus discípulos en las tradiciones orientales y sus palabras que quedaron grabadas en mí: -"She´s in you"(Ella está en tí)...fue el momento más emotivo que tenía desde hacia tiempo.
Cada uno teníamos una historia personal detrás para acudir esos días allí. Compartimos el tiempo y el espacio pero cada uno atesoró y se llevó lo que necesitaba en ese momento para su aprendizaje vital.
Gratitud infinita por hacerse posible.
Bellas almas reunidas compartiendo un interés común.
Bendiciones compañeros
OM MANI PADME HUM
Os dejo su web con sus actividades y retiros, merece la pena.
www.tushita.es
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